El despertador sonó a las 5 de la mañana, lo detuve para dormir otro poquito. Ya a las 5 y 20 no lo pude detener una vez mas, se me hacia tarde, debía tomar el autobús de las seis y media en caribe tour con destino a Villa Vásquez, próximo a Montecristi. Ya se podrán imaginar cuan largo es el trayecto para llegar hasta allí.
En fin llegue justo a tiempo, con mi abrigo en mano, me acomode y me dormí enseguida, Desperté cuando el chofer hizo una parada de 10 minutos en Santiago, donde me baje por lo menos a estirar las piernas.
5 horas montado en un autobús, en una misma posición no es nada fácil. Al fin llegamos como a las 11 y pico de la mañana, me baje y quede anonadado con el primer vistazo. Parecía un pueblo fantasma, todo se veían empolvado, las casas del alrededor sin pintar y las únicas personas que veía en todo en todo el perímetro eran las que se habían desmontado delante de mi del autobús.
De regreso a Santo Domingo, tomamos el autobús procedente de Dajabón, venían en ella un par de haitianos y antes de que llegáramos a Santiago nos tuvimos que detener 5 veces en puestos de chequeo militar, entraba un guardia con cara de perro y solicitaba a estos extranjeros que mostraran sus pasaportes y documentos de entrada legal por la frontera. Esto era increíble!, y sin contar las paradas que habrán tenido que hacer antes de llegar a donde yo me monte.
Buen viaje, ojala no tener que volver por ahí…
En fin llegue justo a tiempo, con mi abrigo en mano, me acomode y me dormí enseguida, Desperté cuando el chofer hizo una parada de 10 minutos en Santiago, donde me baje por lo menos a estirar las piernas.
5 horas montado en un autobús, en una misma posición no es nada fácil. Al fin llegamos como a las 11 y pico de la mañana, me baje y quede anonadado con el primer vistazo. Parecía un pueblo fantasma, todo se veían empolvado, las casas del alrededor sin pintar y las únicas personas que veía en todo en todo el perímetro eran las que se habían desmontado delante de mi del autobús.
De regreso a Santo Domingo, tomamos el autobús procedente de Dajabón, venían en ella un par de haitianos y antes de que llegáramos a Santiago nos tuvimos que detener 5 veces en puestos de chequeo militar, entraba un guardia con cara de perro y solicitaba a estos extranjeros que mostraran sus pasaportes y documentos de entrada legal por la frontera. Esto era increíble!, y sin contar las paradas que habrán tenido que hacer antes de llegar a donde yo me monte.
Buen viaje, ojala no tener que volver por ahí…
1 comment:
papa, usted ha ido a pedernales? ahi es que da rabia la humillacion que someten a esos haitianos, pa' na porque ya el viaje esta pago. en fin, te saludo con solidaridad humana.
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